Los huesos nos cuidan y nos mantienen en pie durante toda la vida, por eso cuidarlos es un proceso que debe hacerse desde el nacimiento
Cuidemos de nuestra estructura ósea
El cuidado de la salud de los huesos debe hacerse durante toda la vida. No hay etapa cronológica que eluda esta responsabilidad. Tomarla como hábito es un gran punto de partida.
A medida que crecemos es normal y natural ir perdiendo masa ósea. Dado el caso, los especialistas recomiendan poner la mirada en determinados cuidados que pueden identificarse así:
- Evitar el tabaco y el consumo de alcohol.
- Mantener la fuente de calcio en la alimentación.
- Peso corporal adecuado.
- Realizar actividad física.
- Exponerse al sol de modo cuidado.
La salud de los huesos cuando comienza en deterioro lleva como nombre clínico “osteoporosis”. Cuando los problemas relacionados con la estructura ósea ya son una realidad, lo que sucede es que se altera tanto la cantidad como la calidad de mineralización que la conforman.
Un hueso frágil, es decir todo el esqueleto debilitado deviene en aumentar el riesgo de tener algún tipo de fracturas. Entre las zonas más afectadas están la cadera y las vértebras.
Las cosas por su nombre
Esta enfermedad de los huesos es asintomática y, precisamente, cuando se produce una fractura es cuando ya está en el cuerpo. Hay muchos profesionales de la salud que han coincidido en que los problemas óseos en la adultez están relacionados con la nutrición en la infancia. Tanto la vitamina D como los aportes de calcio confieren relevancia.
Por consiguiente, la nutrición es básica y fundamental para que los huesos crezcan fuertes. Así como los nutrientes son importantes, también es esencial el aumento de tamaño. La medicina avanza y cada vez son más los tratamientos que le prestan atención a esta patología.