Adolescentes usando celulares
Notas de Interés

La salud de los adolescentes: celulares en el foco de atención

La salud mental de los adolescentes está en riesgo por el uso excesivo de los teléfonos celulares. Impacta de forma negativa y en términos de conducta

Haz lo que yo digo pero no mires mi celu

La telefonía inteligente aparece en el mundo en el año 2009. A partir de ahí la vida cotidiana ha dado un giro sustancial para todos en todos los sectores sociales. De la población mundial, son los adolescentes los que mayor uso le dan a este dispositivo.

Aunque claro, de inmediato se encienden las alarmas con mira a ellos que son a quienes hay que prestarle particular atención.

A decir verdad esta herramienta de comunicación pasa a ser un tanto riesgosa para este grupo de personas si no se los controla. En muchos casos son demasiadas las horas en las que no se despegan de sus pantallas.

Lo que sucede con este mal hábito es que puede generar trastornos o modificaciones en las subjetividades que alteran los modos de vincularse. Aquello que en psicología es denominado como períodos atencionales junto a otros mecanismos adaptativos de los humanos, resultan alterados.

¿Es realmente grave para la salud mental el uso excesivo del teléfono móvil? Sí, y aquí la respuesta es contundente. Los cambios a nivel madurativos que se producen entre el pasaje (o transición) de la adolescencia a la adultez son complejos de por sí, por lo que unidos al mal uso de la telefonía alteran aún más el desarrollo cognitivo. Se evidencian, de este modo, problemas llamados psicopatológicos cuando el uso de la telefonía móvil es abusivo, o sea adictivo.

No sería lógico no reconocer que la era digital y los adolescentes recorren el mismo trayecto. Han nacido en un tiempo donde los vínculos toman un grado de mayor dimensión a través de las redes sociales. Bajar una app para ellos es acceder a comprar una hamburguesa en dos segundos, por ejemplo. Pareciera que no conciben el mundo sin estar conectados a sus celulares.

El avance de la tecnología no está mal, por el contrario. Sin embargo, como todo aquello que se hace en exceso termina siendo perjudicial.

La idea que gira en torno a la palabra riesgo en la adolescencia es una ecuación exacta. El propio periodo del adolecer y la conducta adictiva son dañinos en su conjunto. A estos elementos hay que sumarles los factores de personalidad que cada púber tiene.

Otro punto muy importante es que adaptan una personalidad falsa en el campo virtual. Aquí entra en acción una posible idea irreal, fantasiosa y distorsionada de la realidad. Los cambios psicosociales, afectivos y emocionales son altamente vulnerados finalizando en conductas desadaptativas.

Prevenir posibles conductas adictivas es posible haciendo un trabajo conjunto entre la familia y la escuela.

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