Notas de Interés

La salud resguardada: la automedicación es un riesgo

Automedicarse es un hábito cargado de negatividad aunque se trate de medicamentos de venta libre porque el organismo puede presentar alteraciones por una toma inadecuada

Cuidar la salud también depende de nosotros

¡Qué complejo suele ser hablar de salud! Sobre todo porque hoy en día pareciera que poner una palabra en un buscador es la solución para cualquier malestar corporal.
Entonces sigue la pregunta de rigor: ¿estaríamos frente a la problemática de la automedicación? Responder a esto no permite titubeos ni duda alguna: de eso hablamos y es un problema, si.

Para saber por qué es tan complejo el tema que aborda la automedicación necesitamos trazar una analogía histórica.
Veamos: en 1985 en la Conferencia de Expertos de Nairobi  -bajo la OMS como convocante- el uso de los medicamentos tomó una gran trascendencia y plasmó el tema en la agenda mundial. El URM  (Uso Racional de los Medicamentos) empezó a marcar su regulación alrededor del mundo.
Lo significativo de este consenso internacional es lo que hizo poner en regulación que:

  • El paciente debe recibir la medicación correspondiente.
  • Debe recibir la dosis que necesita.
  • Debe recibirla por un tiempo prudencial.
  • Que no le implique un costo elevado.

Sin embargo, las regulaciones a nivel mundial no siempre fueron respetadas en su totalidad. Es importante saber que la medicación bajo prescripción médica, a veces, tiene efectos secundarios que pueden provocar riesgos, aunque fuera indicada por un profesional.

Convertirte en tu propio médico es un asunto que merece atención extrema. No hay lugar para abrir un signo de pregunta porque aquí aplica la lógica. Automedicarse es una mala costumbre que puede potenciar todo tipo de peligro.

Lamentablemente, nos referimos a un fenómeno que cubre todo el globo terráqueo y crece de modo vertiginoso. En esta especie de flashback recordamos que tiempo atrás se implementaron estrategias de marketing para que crezca la venta libre de los medicamentos. Estas estrategias ponían su ojo en el farmacéutico para que eligiera determinado fármaco.
Actualmente, los estudios ponen su ojo en los peligros de tomar un medicamento sin haber sido indicado por el médico y en las interacciones del fármaco y su unión con lo que regula el mercado.

Es menester quitarse de la cabeza la idea de que si un medicamento es de venta libre está bien comprarlo. Así como todo avanza, de igual manera los fármacos y sus composiciones químicas. Son cada vez más fuertes y si se usa de modo indebido puede producir un daño grave.

Desde Galeno hacemos hincapié en que consultar al médico es el camino correcto. No importa si uno cree que puede ser una sonsera, eso lo resolverá el profesional que es quien resolverá tus dudas.
La atención virtual es una muy buena práctica para que frente a una disyuntiva se consulte por videollamada. En conclusión: nunca hay que decidir por gestión propia qué medicamento tomar.

Riesgo por la automedicación