Más allá de cualquier tipo de estadística debemos estar al tanto de lo que son este tipo de enfermedades e informarnos de posibles modos de prevenirlas
Los diagnósticos con nombres autoinmunes
Quien más quien menos en alguna ocasión escuchó hablar de enfermedades autoinmunes. Tal vez -y sin saberlo- solemos repetir aun sin entender de qué hablamos, concretamente.
Pues bien, en el rango que las define, les contamos que se entiende por enfermedad autoinmune a cierta condición que presentan algunas patologías. Es decir que en ellas el sistema inmunitario cumple el rol de agresor. Su acción consiste en atacar y destruir a los órganos y, al mismo tiempo, a los tejidos corporales que están sanos.
A simple oído suena como que ella misma se protege. Probablemente, esta idea deriva de confundirlo con el sistema inmune. Pues, dentro de sus funciones está la de protegernos de algún virus, por ejemplo.
Sin embargo, resulta curioso lo que sucede porque ese mismo sistema inmune se siente desorientado a lo largo de este proceso. Aquí mismo es donde deja de reconocer lo que lo compone. De esta manera genera un auto-ataque. Lo que al individuo lo constituye pasa a ser un agente extraño.
Llega el momento de ponerle nombre a la enfermedad. Darle identidad provendrá del tipo de órgano que agreda o del sistema que afecte.
La salud es un bien sustancial y nadie está exento de padecer alguna enfermedad. Hay factores que pueden desencadenarla. Entonces, a título informativo les contamos cuáles son las posibles causas: componente hereditario y factores ambientales.
En este caso actúan varios factores que podemos identificar como:
- Infecciones.
- Fármacos.
- Vacunas.
- Problemas de nutrición.
- Tabaco u otras toxinas.
- Factores psicológicos.
- Hábitos de mala higiene.
- Socioeconómicos.
- Sanitarios.
- Cambios hormonales.
- Factores climáticos.
Los temas de salud son complejos siempre. Sería irresponsable de parte nuestra hablar sobre una sintomatología específica. Todas estas enfermedades son distintas. Reconocerlo dependerá de cuán agresiva sea y, por supuesto, de cada paciente. Lo que se podría decir, en términos generales, es que algunos síntomas primeros serían:
- Dolor articular y muscular.
- Fatiga.
- Malestar generalizado.
- Pérdida de peso.
- Síntomas neurológicos, entre otros.
Lo que sucede con estas enfermedades es que tienen un efecto muy fuerte en la calidad de vida de quienes las padecen. Algunas de ellas son:
- Artritis reumatoidea.
- Esclerodermia.
- Lupus eritematoso sistémico.
- Vasculitis.
- Hepatitis autoinmune.
Tanto los médicos como los pacientes deben realizar un trabajo en conjunto. De esta manera pueden ayudar a que no se produzcan daños más graves.
