Llega diciembre y debemos comenzar a extremar los cuidados para protegernos de los rayos UV. En este artículo les brindamos una guía de cómo prevenirse
Diciembre a las puertas del sol
En el mes de diciembre el sol muestra sus primeros rayos a las 5.35 de la mañana. El aire y el viento fresco también asoman en la ciudad o en el campo por esa hora.
Como el verano está casi presente nos anima a salir de nuestros hogares mucho más temprano.
Abrimos las ventanas y preparamos unos deliciosos mates para comenzar el día. El sol es un elemento de la naturaleza de gran importancia para la piel y para el factor anímico.
De hecho las poblaciones que viven en zonas con más llegada de luz son las que menos depresión padecen porque presentan niveles más altos de endorfinas.
La salud solar no debe tomarnos incautos, mucho menos en este tiempo donde las temperaturas del globo terráqueo son cada vez más elevadas.
Nuestra dermis precisa absorber un poco de luz natural. De este modo se sintetiza la vitamina D producida por rayos ultravioleta de tipo B o los llamados UVB (aquellos que ayudan al bronceado).
Aunque -como dijimos- la piel necesita del sol, resaltamos que esto debe ser en su justa medida y sin excesos.
Extremar la exposición solar
¿Por qué debemos protegernos tanto del sol siendo este indispensable para el medioambiente?
Una exposición muy alta a los rayos ultravioletas trae consecuencias de gravedad. Por este motivo se recomienda:
- No exponerse entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
- Refugiarse en lugares con sombra y de buena ventilación.
- Usar protector solar arriba de 40 y reaplicarlo cada 2 horas al salir del agua.
- Los bebés menores de 1 año no deben exponerse al sol de forma directa. A partir de los 6 meses tienen que usar protector solar (FPS) 50 o mayor a este.
- Actividad física: en horarios de menor calor.
- Usar ropa liviana y de colores claros.
- Beber mucha agua.
- Usar sombrero o gorro.
Entre las enfermedades que causa exponerse al sol sin precaución ni cuidado puede aparecer.
- Envejecimiento de la piel.
- Cataratas.
- Cáncer de piel.
Población potencialmente más riesgosa
La medicina agrupa a personas con características específicas que pueden resultar de riesgo en ciertas ocasiones.
En el caso de las altas temperaturas quienes pueden ser más propensos a padecer los efectos del calor son:
- Embarazadas.
- Bebés y niños pequeños.
- Mayores de 65 años.
- Quienes padecen enfermedades crónicas:
- Diabetes, problemas cardíacos, hipertensión, problemas respiratorios y obesidad.
Julio Fraomeni, como médico, aconseja el autocuidado y el cuidar a los más vulnerables