Gente abrazándose
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El sistema inmunológico agradece los abrazos

Los abrazos no son solamente algo que se comparte y se da, sino que tienen muchísimos beneficios en la salud y, sobre todo, en el sistema inmunológico.

Abrazar es una sana costumbre

Es cierto aquello que se dice que los abrazos tienen poder. Abrazar es una de las mejores formas de demostrar afecto.

A esta manera de interpretarlos se suma otra que no tiene menor importancia: el efecto que tiene sobre lasalud física y mental.

Cada una de las emociones que nos conforman como sujetos están muy ligadas con nuestra salud física. Todas incluyen también aquellas que son limitadas, es decir aunque duren muy pocos segundos.

Cuando nos toca transitar una situación por demás estresante, el sistema nervioso parasimpático reacciona dejando a los folículos pilosos sin melanocitos. Suena extraño o complicado, pero dicho en palabras más simples: esto se da al aparecer canas. Así es, nada en nuestra fisiología se maneja por sí solo. Sucede un proceso similar con el funcionamiento del sistema digestivo

¡Es realmente asombrosa la interacción y concatenación de cada centímetro de nuestro organismo!

¡Ay del buen abrazo, ese abrazo!

Las emociones están a flor de piel en unos pocos segundos al momento en que el hombre entabla relaciones sociales. Justo en ese instante social se desencadenan un circuito de mecanismos químicos. La interacción de este mecanismo reduce el estrés y alcanza un enorme bienestar. Es el abrazo el generador de algo similar a sentirse feliz.

Un acto tan sencillo como lo es el mínimo contacto físico de un abrazo disminuye, de manera notoria, la segregación de cortisol en el cerebro.

Este hecho, aunque pareciese que es tan mínimo como ya señalamos, permite que se libere oxitocina y serotonina. La hormona de la felicidad, así son conocidos estos neurotransmisores.

Tan gloriosos son que ayudan a:

  • Estabilizar la frecuencia cardíaca.
  • Acorta o disminuye la presión arterial.
  • Fortalece el sistema inmunológico.

El mero gesto de abrazarse con alguien por 5 o 10 segundos beneficia a todo el cuerpo. Más allá, claro está, que mejora el estado de ánimo.

Además, de todo lo expuesto el abrazo hace bien, bien desde todo aspecto porque fortalece los vínculos y fortalece la estima misma.

Por eso, en esta era de la tecnología que nos avasalla y nos arrasa las horas, hagamos buen uso de ella, aprovechémosla, pero no dejemos de lado esa sensación que es sentir reciprocidad en el acto de abrazar.

A modo de cierre, compartimos las palabras del neurólogo inglés Oliver Sacks en su libro Despertares:

“Sentir la presencia del mundo en su totalidad depende de sentir la totalidad de la presencia de otra persona en cuanto tal; la realidad nos es proporcionada por la realidad de los seres reales, y nos es arrebatada por la irrealidad de los seres irreales, de los fantasmas; nuestro sentido de la realidad, de la confianza, de la seguridad, depende de manera fundamental de nuestras relaciones humanas”.

Dos personas abrazándose