Julio Fraomeni sentado pensando
Notas de Interés

¿Cómo comenzó Julio Fraomeni como empresario?

De una idea a una realidad grande y concreta

Julio Fraomeni es sinónimo de “hay que esforzarse porque el esfuerzo trae sus frutos”. Parecería que estas palabras describiesen el largo camino que viene recorriendo.
De muy pequeño sabe de qué se trata la cultura del trabajo, Siempre, desde muy joven, trabajo duro, muchas horas por día.
En su haber personal lleva como impronta -o sello- la responsabilidad y la exigencia de tener una actitud madura ya desde la infancia.
Estudiar es un verbo fundante en su vida. Sus padres le inculcaron, entre tantas otras enseñanzas, que debía ser estudioso, ¡Y así lo hizo! Escuchó bien aquellos consejos.

Mientras cursaba sus estudios universitarios, en paralelo, trabajaba hasta 14 horas. ¿Cómo hacía para hacer todo? Es una respuesta muy sencilla, lo hacía siendo tenaz en cada paso y con verdadera vocación.
Se puede decir que estudió una carrera universitaria de forma meteórica. Absolutamente, sí. A los 23 años ya se había recibido de médico. En otra sumatoria se agrega que a los 24 ejercía como médico pero ahora con la especialización en cirugía.

Cirujano y empresario al mismo tiempo, dos pasiones que aún disfruta. En aquellos primeros años de trabajo como médico cirujano, en paralelo, crecía como empresario.
En 1982 llega por primera vez al Sanatorio Quilmes. Un lugar muy pequeño que funcionaba junto a dos departamentos preparados para que oficien de habitaciones.
Fraomeni era médico (lo sigue siendo, por supuesto) y por esas cosas de la economía, el sanatorio atraviesa una crisis financiera. Dado esto, el Dr. Fraomeni pasa a ser parte del directorio.
Es de inmediato que toma el papel de empresario, aunque no tenía mucho conocimiento en la materia. Para el caso eso no fue un impedimento.

Sin embargo, sucedía algo un tanto extraño: los socios se iban desligando de sus activos. Fraomeni, por lo contrario tomaba mayor espacio.
A todo esto, había una idea en danza: mejorar la situación económica del lugar. Así lo hizo y no le fue para nada mal. Las finanzas prosperaron al punto que en 1985 nace SAMED. Esta empresa de medicina prepaga fue su propia compañía. Su primera creación. Qué mejor que un médico para hablar de medicina y para brindar servicios de salud.

A veces los comienzos no son fáciles. A veces hay que caerse para volver a levantarse.
Los logros son producto del esfuerzo personal y la tenacidad. Para que los milagros existan hay que tener fe y poner esfuerzo, siempre.